sábado, 21 de noviembre de 2015

Hadas. El cuento personalizado de Jimena e Isabel


Fueron los ciervos los primeros en comprobar que algo parecido a una estela dorada brotaba de su columna. Algo maravilloso y sorprendente a lo que no supieron dar respuesta.
El haz dorado se extendió más y más, trazando delicados pliegues que poco a poco confirieron la forma de dos grandes alas.

Y, de pronto, como si tuvieran vida propia, las alas comenzaron a agitarse tímidamente hasta que se desplegaron por completo convirtiendo a las pequeñas en dos preciosas ninfas, dos hadas majestuosas que todavía no entendían aquel suceso mágico.

Muy pronto, sin apenas darse cuenta, las alas formaban ya parte de ellas, como si siempre hubieran estado allí, como si no hubiera podido ser de otro modo; y se elevaron sobre el cielo de la noche hasta alcanzar la luna y las estrellas.

Hadas, Jimena & Isabel
Blanca I. López Tejada




martes, 27 de octubre de 2015

Tutú Rosa



Todas las noches Tutú Rosa soñaba con dar vueltas y vueltas sin parar, pero después despertaba y se ponía muy triste. Un famoso diseñador lo había creado y desde entonces vivía en la percha del expositor de una juguetería rusa, compartiendo espacio con un tambor de hojalata, dos patines para el hielo y un parque de atracciones en miniatura.

Cuando las niñas veían el tutú desde el escaparate, entraban corriendo a la tienda para contemplarlo de cerca. Todas querían llevárselo puesto, pero cuando sus madres preguntaban por el precio al dependiente y éste se lo decía, su repuesta siempre era la misma:

     - Demasiado caro, cariño. No nos lo podemos permitir.

Tutú rosa entonces se entristecía porque veía cómo su sueño se alejaba más y más. [...]

                       Tutú rosaBlanca I. López Tejada

jueves, 22 de octubre de 2015

Cuentos personalizados


¿Te gustaría tener un cuento personalizado y convertirte en su protagonista? Contacta con nosotros a través de este blog, de nuestra página de Facebook Literatura de Diseño o de nuestra dirección de correo blopeztejada@gmail.com y te explicamos cómo.

lunes, 21 de septiembre de 2015

26. El cuento personalizado de María Jesús



Marcos dio unos pasos hacia atrás y, como en un sueño, la fachada comenzó a teñirse de blanco.
Chusa acudió junto a él y ambos pudieron contemplar cómo un gran manto de mármol labrado se extendía a lo largo y ancho de su mirada dibujando arcos tudor, cenefas caligrafiadas, flores de loto y, finalmente, en lo más alto, una enorme cúpula amrud.
El Taj Mahal se encontraba ante sus ojos.
El sol comenzó a caer. Sin decir nada y absortos por aquella maravilla, tomaron asiento sobre la suave hierba de los jardines. Las fuentes se encendieron con su llegada, arrullándolos con un murmullo de agua, y una agradable brisa trajo consigo mil variedades de aromas a especias y pétalos de flores que se esparcieron frente a la entrada del Taj Mahal formando un perfecto 26.


                                  26Blanca I. López Tejada

lunes, 24 de agosto de 2015

El viaje de Pablo



Una de esas tardes en que jugaba a adivinar qué le depararía el cielo azul, Pablo observó un pequeño punto rojo que se perdía en las alturas. 
Al principio se le antojó la nariz de una nube que acababa de pasar en forma de reno, pero, a medida que el reno se iba alejando y el punto se hacía más y más grande, pensó que debía de tratarse de algo diferente.
Primero alcanzó el tamaño de una pelota de tenis, después de un balón de fútbol y, más tarde, creció tanto que Pablo se sintió intimidado.
Fue entonces cuando el enorme punto empezó a descender más y más hasta que, finalmente, aterrizó en la hierba, junto a Pablo.


El viaje de Pablo, Blanca I. López Tejada

sábado, 22 de agosto de 2015

Destino. Cuento personalizado de Elena



El barco continuó avanzando y un cartel en la superficie le dio la bienvenida a uno de aquellos países submarinos que conformaban el infinito. 
El cartel anunciaba con letras perfectamente legibles: "País de las Apariencias".
A Elena le sorprendió el nombre y, llena de curiosidad, continuó dirigiendo el timón a la espera de nuevas noticias.
El mar seguía agitado, pero el agua era tan sumamente cristalina que todo hasta entonces le había parecido distorsionado. Ver las cosas desde la superficie le confería otra idea de lo que realmente había ahí abajo. Todas aquellas personas que se movían por el fondo marino habían formado parte de su vida y, de algún modo, unas y otras habían contribuido a construir lo que ella era ahora.

                                                     

                           Destino, Blanca I. López Tejada
                                                                   

miércoles, 4 de febrero de 2015

Patines




Cada noche, antes de volver a casa, el señor Popov guardaba los patines en su caja y estos dormían profundamente. Entonces soñaban que una patinadora los rescataba, los llevaba con ella y juntos actuaban sobre la pista de un prestigioso palacio de hielo azul.
Pero, a la mañana siguiente, el anciano Popov regresaba, abría de nuevo la caja, y la patinadora, el palacio de hielo, el público, todo se esfumaba y tan solo quedaba el recuerdo de lo soñado en su fantasía.



                           Patines, Blanca I. López Tejada