lunes, 21 de septiembre de 2015

26. El cuento personalizado de María Jesús



Marcos dio unos pasos hacia atrás y, como en un sueño, la fachada comenzó a teñirse de blanco.
Chusa acudió junto a él y ambos pudieron contemplar cómo un gran manto de mármol labrado se extendía a lo largo y ancho de su mirada dibujando arcos tudor, cenefas caligrafiadas, flores de loto y, finalmente, en lo más alto, una enorme cúpula amrud.
El Taj Mahal se encontraba ante sus ojos.
El sol comenzó a caer. Sin decir nada y absortos por aquella maravilla, tomaron asiento sobre la suave hierba de los jardines. Las fuentes se encendieron con su llegada, arrullándolos con un murmullo de agua, y una agradable brisa trajo consigo mil variedades de aromas a especias y pétalos de flores que se esparcieron frente a la entrada del Taj Mahal formando un perfecto 26.


                                  26Blanca I. López Tejada

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