Todavía en camisón, Sara se precipitó hacia las puertas del balcón, las abrió de par en par y, sin pensárselo dos veces, se deslizó por la enredadera que conducía a la planta baja. [...]
Tras el marco dorado, un jardín rodeado de naranjos les dio la bienvenida mientras un grupo de mujeres vestidas con túnicas vaporosas esparcían pétalos de rosa y danzaban en torno a la diosa Flora.
[...] Solo al despertar y observar que el entorno había cambiado, comprendieron que la ola los había arrastrado muy lejos.
Estaban en un gran jardín con fuentes y otro tipo de construcciones de una belleza singular, pero extremadamente difíciles de identificar. Allí especies de todo tipo, entre las que se encontraban pájaros gigantes, convivían en sorprendente armonía y se distribuían en diferentes lagos rodeados de surtidores y extrañas edificaciones rosas y azules que se asemejaban a castillos de cuento. [...]
Princesa Sara
Blanca I. López Tejada
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